Gestión de conocimiento entre agentes de pastoral aporta valiosos productos en autocuidado, monitoreo, planificación e incidencia.

Entre el 7 de agosto y el 16 de noviembre se desarrolló la experiencia formativa “Gestión de conocimiento para el fortalecimiento de las prácticas pastorales con personas en movilidad” (COPAMI). En ella participaron 30 agentes de pastoral -laicos, religiosas, sacerdotes diocesanos y misioneros- de distintas organizaciones de la Iglesia Católica de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Chile.

Se trató de una experiencia formativa bimodal, que combinó un encuentro presencial de 3 días (del 7 al 9 de agosto) con un trabajo a distancia de 12 semanas, apoyado en las tecnologías digitales, y un segundo encuentro presencial de cierre, entre el 14 y el 16 de noviembre. Los encuentros presenciales se realizaron en Costa Rica en la Casa de Ejercicios Espirituales de los Hermanos Claretianos.

La experiencia formativa siguió una metodología activa, de aprender haciendo. Se partió de conferencias magistrales que abordaron los temas de la doctrina social de la Iglesia y del Magisterio del Papa Francisco en relación con la movilidad humana, el contexto de las migraciones en Mesoamérica y el Caribe y la Gestión Pastoral de la Movilidad Humana. Sobre esta base, los participantes llegaron a un consenso sobre 4 ejes de trabajo para la gestión de conocimiento, estos fueron: trabajo en red para el monitoreo de la movilidad humana, autocuidado de los agentes de pastoral; planificación de la gestión pastoral e incidencia.

Se utilizaron las funcionalidades de las redes sociales más populares entre los participantes, tales como los grupos de Facebook y las comunidades de whatsapp, junto con aplicaciones gratuitas para apoyar el intercambio de experiencias y recursos, la comunicación, la realimentación y la elaboración de productos específicos por parte de cada uno de los equipos de trabajo que se integraron. Los productos elaborados por cada equipo quedaron a la disposición de todos los participantes y sus respectivas organizaciones. Los principales productos fueron: una guía interactiva para el autocuidado de los equipos pastorales;

Además de profundizar la formación de los participantes en la atención pastoral de la movilidad humana, entre los principales resultados de la experiencia se cuenta la conformación de una comunidad de práctica virtual entre todos los participantes. Una comunidad de práctica es un grupo de personas que comparten un quehacer e intereses en común, que se asocian para apoyarse, en este caso a través de medios virtuales.  

Se elaboraron productos tales como una guía interactiva para el autocuidado de los equipos pastorales que trabajan con personas en movilidad; un conjunto de instrumentos para el monitoreo tanto de los perfiles de las personas migrantes, como de las causas y las condiciones de la migración, así como de las expectativas de las personas con respecto al país destino; un manual de bolsillo con consejos prácticos para la integración de la movilidad humana en la planificación diocesana y varios videos e infografías para la sensibilización y la incidencia a nivel comunitario. Esta experiencia fue desarrollada por el Observatorio Sociopastoral de Movilidad Humana de Mesoamérica y el Caribe (OSMECA), con el patrocinio del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.

La experiencia formativa se apoyó en los informes de buenas prácticas pastorales con personas en movilidad, de los años 2020 y 2021, cada uno de los cuales recoge 40 buenas prácticas de organizaciones de la región. Estos informes fueron producidos por el OSMECA, por encargo del Dicasterio. El equipo responsable de la experiencia formativa elaboró una serie de 10 episodios de podcast que recogen buenas prácticas pastorales reportadas en dichos informes. Esta serie de podcast se tituló “Luces en el camino. El lado pastoral de la movilidad humana”; se produjo con el fin de apoyar la gestión de conocimiento entre los participantes, y se puede encontrar en Youtube (https://www.youtube.com/playlist?list=PLWVJ3DRhXuZ6IxOC4ml_xeFw9JthPcrLr).

Entre los principales aprendizajes de la experiencia, los participantes señalaron el uso de las herramientas tecnológicas en el trabajo pastoral; la materialización del trabajo en equipo y el intercambio de experiencias en productos útiles; la relación entre los ejes de autocuidado, planificación, monitoreo e incidencia en el trabajo de la pastoral de movilidad humana, y el valor del trabajo en red y el acompañamiento que se genera dentro de una comunidad virtual de práctica.

“Para mí lo más valioso ha sido el intercambio de experiencias con las demás organizaciones de Pastoral de Movilidad Humana a nivel de la región. Además, me llevo una serie de instrumentos de utilidad en mi trabajo. Tuve la oportunidad de conocer diferentes ejes de trabajo como la incidencia y el autocuidado que son de vital importancia”, expresó Mirna García, una de las participantes de Guatemala. Otra participante de El Salvador, Gracia Calero, destacó el valor de poder participar de “una comunidad Cristocéntrica, que nos diferencia de todas las demás organizaciones, aquí nosotros podemos ser nosotros, sin tener que ocultar nuestra forma de expresión y que todo lo que hacemos lo hacemos por Cristo. Los más valioso es eso, la gente con la que compartimos, los vínculos que creamos y que esto va para largo”.

Para más información puede escribir al correo: observatorio.mesoamericano.cr@gmail.com

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